He leido un interesante artículo de López Burniol sobre la relación entre Cataluña y España. Se sostiene, la siguiente tesis:
En primer lugar, "la Península puede articularse ..." Es significativo: es el hecho geográfico el que demanda o precisa una articulación política. Es la geografía la que ha de articularse en política; es el territorio el que alumbra un modelo político; la ausencia de la política que precisa una articulación. Es ilustrativo: España es un territorio, una geografía. Es la prueba, tal vez, inconsciente de la tesis principal del artículo: una y otras realidades se han propuesto darse la espalda, porque una de ellas, España es un puro hecho geográfico. Si este es el punto de partida, todo lo demás cobra sentido.
En segundo lugar, ¿realmente existe hoy el modelo piramidal cuyo vértice es Madrid donde un "núcleo de poder político-financiero-funcionarial-medíatico" asentado desde hace siglos sobre el Estado, preserva en sus mano el dominio de toda España usando el señuelo del nacionalismo español más hirsuto? No dudo que en el pasado fuese así. La realidad de España de hoy es muy distinta. En cuanto al poder político, no me parece que la organización territorial del Estado se ajuste al modelo piramidal que se nos dice. En cuanto al poder financiero, se olvida que entre las cuatro grandes entidades financieras españolas, dos son catalanas. Es significativo que nada se diga del poder "industrial". Tal vez porque nada se quiera decir del poder del sector químico, farmacéutico, del automovil y demás que tiene su sede en Barcelona, aunque también hay industrias de estos sectores en Madrid. El funcionarial es más divertido, si cabe la expresión. Cuando se habla de funcionarial a quién se refieren. En Madrid y en Barcelona hay una importante masa de empleados públicos. Entiendo que se refiere a los grandes cuerpos del Estado. ¿Cuáles son estos cuerpos del Estado? ¿Se refiere a los abogados del Estado, a los registradores, a los letrados del Consejo de Estado, ...? ¿Alguien puede creer que estos cuerpos son tan influyentes, tan determinantes e incluso que funcionan como una organización que responde a las directrices de unos sedicentes directivos con el único objetivo de perjudicar a Cataluña o a someter al resto de España? Tal vez, piensan en los jueces y magistrados integrantes del poder judicial. El comportamiento de los jueces en Cataluña están demostrando que su comportamiento no se ajusta a este esquema que se nos quiere transmitir. Por cierto, es tan grande el poder funcionarial de Madrid que no ha conseguido que se ejecuten, al menos, seis sentencias firmes del Tribunal Supremo que son las relativas a la garantía del castellano como lengua vehicular en la enseñanza. Y, por último, el poder mediático: el grupo editorial y de medios más importante de España tiene su sede en Barcelona. En definitiva, ¿a qué se refiere con ese modelo territorial a cuya cabeza se coloca ese poder en la sombra que nos comenta?
En tercer y último lugar, el modelo que se nos dice propuesto por Cataluña es el modelo de la España de hoy. Mientras que en Madrid se critica, por algunos sectores, la liquidación del Estado precisamente por la multiplicidad de centros de poder, desde Cataluña se nos quiere decir que no es suficiente, que aún es necesario multiplicar los centros de poder, aún es necesario profundizar la descentralización. En realidad, a mi juicio, esta propuesta oculta otra: un modelo de dos núcleos: Madrid y Barcelona, que serían los que pastorearían a los demás. Este es el modelo confederal o imperial del nacionalismo catalán histórico. La organización territorial de España surgida de la Constitución lo ha hecho inviable. Este es el problema. La Constitución es el obstáculo. La multiplicación de núcleos de poder ha hecho inviable el modelo confederal bajo la égida catalana.
En fin, creo que hay un enorme desconocimiento de la realidad de España. Tal vez, la arrogancia de la superioridad intelectual, económica, moral y política que ha alentado el nacionalismo e, incluso, el catalanismo ha cegado la visión de algunos. Esta ceguera está alentando la incomprensión. Algunos siguen pensado que la España de hoy es la España del XIX.
"He venido a hablarles de cómo la Península puede articularse de dos maneras: como una pirámide con vértice en Madrid, donde un núcleo de poder político-financiero-funcionarial-mediático, 'asentado desde hace siglos -Azaña dixit- sobre el Estado', preserva en sus manos el dominio de toda España usando como señuelo el nacionalismo español más hirsuto; y como una red, con diversos núcleos de poder, coordinados entre sí en aras de un interés superior compartido, pero recíprocamente respetuosos con sus distintas identidades y convencidos de la riqueza que implica la pluralidad". Este segundo modelo es el defendido por Catalunya."Es una reflexión muy interesante. Son de aquellas reflexiones que te hacen pensar. Son la muestra más elocuente de que a la queja, desde Cataluña, del desconocimiento por parte de España, esta podría alegar, con el mismo fundamento, el desconocimiento de aquella respecto de esta. Varias ideas y reflexiones me suscita.
En primer lugar, "la Península puede articularse ..." Es significativo: es el hecho geográfico el que demanda o precisa una articulación política. Es la geografía la que ha de articularse en política; es el territorio el que alumbra un modelo político; la ausencia de la política que precisa una articulación. Es ilustrativo: España es un territorio, una geografía. Es la prueba, tal vez, inconsciente de la tesis principal del artículo: una y otras realidades se han propuesto darse la espalda, porque una de ellas, España es un puro hecho geográfico. Si este es el punto de partida, todo lo demás cobra sentido.
En segundo lugar, ¿realmente existe hoy el modelo piramidal cuyo vértice es Madrid donde un "núcleo de poder político-financiero-funcionarial-medíatico" asentado desde hace siglos sobre el Estado, preserva en sus mano el dominio de toda España usando el señuelo del nacionalismo español más hirsuto? No dudo que en el pasado fuese así. La realidad de España de hoy es muy distinta. En cuanto al poder político, no me parece que la organización territorial del Estado se ajuste al modelo piramidal que se nos dice. En cuanto al poder financiero, se olvida que entre las cuatro grandes entidades financieras españolas, dos son catalanas. Es significativo que nada se diga del poder "industrial". Tal vez porque nada se quiera decir del poder del sector químico, farmacéutico, del automovil y demás que tiene su sede en Barcelona, aunque también hay industrias de estos sectores en Madrid. El funcionarial es más divertido, si cabe la expresión. Cuando se habla de funcionarial a quién se refieren. En Madrid y en Barcelona hay una importante masa de empleados públicos. Entiendo que se refiere a los grandes cuerpos del Estado. ¿Cuáles son estos cuerpos del Estado? ¿Se refiere a los abogados del Estado, a los registradores, a los letrados del Consejo de Estado, ...? ¿Alguien puede creer que estos cuerpos son tan influyentes, tan determinantes e incluso que funcionan como una organización que responde a las directrices de unos sedicentes directivos con el único objetivo de perjudicar a Cataluña o a someter al resto de España? Tal vez, piensan en los jueces y magistrados integrantes del poder judicial. El comportamiento de los jueces en Cataluña están demostrando que su comportamiento no se ajusta a este esquema que se nos quiere transmitir. Por cierto, es tan grande el poder funcionarial de Madrid que no ha conseguido que se ejecuten, al menos, seis sentencias firmes del Tribunal Supremo que son las relativas a la garantía del castellano como lengua vehicular en la enseñanza. Y, por último, el poder mediático: el grupo editorial y de medios más importante de España tiene su sede en Barcelona. En definitiva, ¿a qué se refiere con ese modelo territorial a cuya cabeza se coloca ese poder en la sombra que nos comenta?
En tercer y último lugar, el modelo que se nos dice propuesto por Cataluña es el modelo de la España de hoy. Mientras que en Madrid se critica, por algunos sectores, la liquidación del Estado precisamente por la multiplicidad de centros de poder, desde Cataluña se nos quiere decir que no es suficiente, que aún es necesario multiplicar los centros de poder, aún es necesario profundizar la descentralización. En realidad, a mi juicio, esta propuesta oculta otra: un modelo de dos núcleos: Madrid y Barcelona, que serían los que pastorearían a los demás. Este es el modelo confederal o imperial del nacionalismo catalán histórico. La organización territorial de España surgida de la Constitución lo ha hecho inviable. Este es el problema. La Constitución es el obstáculo. La multiplicación de núcleos de poder ha hecho inviable el modelo confederal bajo la égida catalana.
En fin, creo que hay un enorme desconocimiento de la realidad de España. Tal vez, la arrogancia de la superioridad intelectual, económica, moral y política que ha alentado el nacionalismo e, incluso, el catalanismo ha cegado la visión de algunos. Esta ceguera está alentando la incomprensión. Algunos siguen pensado que la España de hoy es la España del XIX.
Por Dios, Andrés, amplia el tamaño de las letras.
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