Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2014

Falso juramento

En la misma semana en la que nos hemos enterado de que la cifra real del déficit fiscal de Cataluña es de 8.455 millones de euros (el 4,35% de su PIB), perfectamente lógico y coherente para una Comunidad rica, Jordi Pujol reconocía que ha tenido durante 34 años, varios millones en el extranjero, y que durante esos años no ha encontrado la oportunidad para regularizar su situación fiscal. No ha encontrado la oportunidad para cumplir la Ley que él mismo, como máxima autoridad del Estado, había jurado cumplir y hacer cumplir. Cuando el día 4 de abril de 1980 juró el cargo de President de la Generalitat de Catalunya, afirmó “fidelidad a las instituciones autonómicas catalanas y acatamiento a la Constitución y al Estatuto de autonomía”. Ese juramento se repetiría otras seis veces, hasta el 16 de diciembre de 2003 en que perdió la condición de President. Ya desde septiembre de 1980, con el beneficio de la herencia de su padre, según se nos dice, no cumplía con la legalidad tributaria. No obs

Acelerón catalán

A medida que se vaya acercando la fecha del 9 de noviembre, más y cada vez más se irán acelerando las tomas de postura a favor de una u otras posiciones. La semana pasada lo hemos podido comprobar. Los manifiestos se suceden, así como la preparación del 11 de septiembre, para convertirlo en la gran manifestación del movimiento independentista. Se acerca la reunión de Rajoy y Mas y, al mismo tiempo, se muestra que no hay nada que negociar. El Presidente del Gobierno no tiene nada que ofrecer que satisfaga la pretensión inconstitucional del President Mas. No puede pactar ni consentir aquello que es contrario a la Constitución. Ésta es el valladar frente al secesionismo. Y mientras tanto, por sorpresa y con rotundidad, la Presidenta del Gobierno federal alemán, Angela Merkel, ha entrado en el debate. La importancia de sus palabras es directamente proporcional a los silencios que ha suscitado en el entorno independentista. Y ha sido en la misma semana en la que éste había calificado al Est

Mínimos reguladores, mínima regulación, mínima restricción y mínima distorsión a los mercados

Primero fue la regulación, y luego los reguladores; primero fue la intervención y luego surgió la necesidad de neutralizar-controlar al regulador. Éste ha sido el sino histórico. En el mundo norteamericano cualquier intervención pública que afectase a los derechos y, en particular, a la propiedad era inadmisible y sólo estuvo reservada a los Tribunales, o se hizo con su autorización. El paso siguiente, y lógico en aquel contexto constitucional, fue crear unos seudo-tribunales; unas agencias que combinaban la flexibilidad de las Administraciones con las garantías de los Tribunales. Fue necesario rodear a la intervención de garantías. La neutralidad política fue la consecuencia pero no era el objetivo. Éste era indudablemente el que la intervención fuese respetuosa con los derechos y, en particular, con la propiedad. La primera exigencia era que la intervención fuese estrictamente indispensable. Es elocuente, por esta razón, que las controversias jurídicas que acabaron ante el Tribunal S

Multa a los abusones

El pasado 12 de junio, el Tribunal General de la Unión Europea dictaba sentencia, por la que se confirmaba la legalidad de la mayor multa, impuesta por la Comisión, por abuso de posición de dominio a una empresa individual. A la empresa Intel se le había impuesto una multa de 1.060 millones de euros que ahora el Tribunal viene a confirmar. La pasada semana, el Tribunal de Justicia de la Unión vino, a su vez, a desestimar totalmente el recurso de casación interpuesto por Telefónica contra la sentencia que había ratificado la multa de más de 150 millones impuesta, también, por abuso (Sentencia de 10 de julio). En los últimos años es notable el incremento de las sanciones. En el año 2012, la cuantía fue de 1.880 millones. El pasado año, la cantidad se elevó a 1.900 millones; “sólo” 1.712,5 millones fue la multa impuesta en diciembre de 2013 a seis grandes bancos, por manipular los tipos de interés interbancarios, Libor y Euribor, en el mercado de los derivados financieros. Y sigue subiend

Perplejidad en WiFi

La perplejidad es un estado de irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en algo, como lo define el Diccionario de la Lengua española. Un estado provisional a vencer por el peso del “deber hacer algo”. Maimónides o Moshé ben Maimón (Córdoba, 1138 – Al Fustat, 1204) tituló su libro más importante como Guía de los Perplejos o de los Descarriados (Tratado del conocimiento de Dios) en atención a aquéllos que eran sus destinatarios. Como escribía en su carta introductoria “cuando me hallé de manos a boca con algún difícil tema —cuando vi que el camino era angosto, y que no había otra manera de enseñar una sólida verdad, que complaciendo a un hombre inteligente y disgustando a diez mil necios—, preferí dirigirme al inteligente solitario, despreciando el anatema de la multitud; me ha parecido mejor sacar a ese hombre inteligente de su turbación y esclarecerle la causa de su perplejidad, de modo que pueda alcanzar la perfección y la paz de su alma.” Esclarecer la causa de la perple

La perplejidad de Don Quijote

Fiodor Dostoievski en Diario de un escritor (1879) incluye un texto corto titulado "La mentira se salva por otra mentira" "Un día Don Quijote, el caballero tan conocido, el más magnánimo caballero que jamás haya existido, vagabundeando con su fiel escudero Sancho, tuvo un ataque de perplejidad. Había leído que sus predecesores de los tiempos antiguos, por ejemplo, Amadís de Gaula, habían tenido a veces que luchar durante años enteros con cien mil soldados enviados contra ellos por las potencias infernales o los magos. Ordinariamente, un caballero que tropieza con semejante ejército de réprobos saca su espada, invoca en su ayuda el nombre de su dama y se lanza solo en medio de sus enemigos, a los que extermina, sin dejar uno. Todo esto estaba bien claro; pero aquel día, Don Quijote permaneció pensativo. ¿Cómo querían que un caballero, por fuerte y valiente que fuese, exterminase a cien mil adversarios en un solo combate de veinticuatro horas? Se necesita tiempo para mata

Petróleo entre normas

La política ambiental está atrapada por el discurso apocalíptico. El debate sobre las prospecciones petrolíferas lo confirma. En el mundo de la comunicación, el mensaje del miedo es muy eficaz y aún más cuando la amenaza, a pesar de su indeterminación, se siente próxima. La reacción es defensiva. Somos organismos programados para vivir. Se omite que somos, además, organismos exoenergéticos. La energía que precisamos para vivir procede de nuestro entorno. Somos depredadores energéticos y, además, contaminantes. Vivir es contaminar. Es extraer la energía del entorno y devolver la excedentaria en forma de residuos. Dependemos del entorno tanto como lo explotamos. Como somos organismos programados para la vida, tenemos que organizar nuestra capacidad de contaminar o de destruir para que se acompase con nuestra vida a largo plazo. El requisito de la sostenibilidad de la vida es el de la sostenibilidad de la destrucción. Me sorprende la violencia con la que algunos se expresan. No me parece

Fracking constitucional

La isla de El Hierro es la primera isla del planeta que se abastece sólo con energías renovables. A cientos de kilómetros, también en las Islas Canarias, se quiere extraer la riqueza de los hidrocarburos atrapada bajo la superficie del mar. Y a miles de kilómetros, en Cantabria, se ha prohibido que se extraiga el gas del subsuelo por el procedimiento de la fractura hidráulica (“fracking”). Los astros se han confabulado para que, en la misma semana, se muestren en toda su crudeza las tensiones entre las exigencias de la protección ambiental y las del abastecimiento energético. El Hierro es un ejemplo de aprovechamiento sostenible. ¿Qué sucede con el fracking y el petróleo de Canarias? Podrían ser importantes fuentes de aprovisionamiento de la energía que España necesita. Ahora bien, ¿se han evaluado todos los impactos que implican? ¿son sostenibles? No creo en soluciones extremas. Es posible el pacto con la Naturaleza. El Derecho nos ofrece los cauces para establecerlo. Uno de ellos, es