Sun Tzu fue un general chino que escribió El arte de la guerra entre el 400 a. C. y el 320 a. C Una de sus frases más características es la siguiente:
"La guerra es el mayor conflicto de estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción."La revista Der Spiegel, versión inglesa (aquí), ha publicado un artículo sobre la preparación de la guerra en Internet (enlace aquí). La idea central es la que hay/habrá guerra en Internet y, por consiguiente, ejércitos. Es un lugar de batalla. Cada vez más importante. En correspondencia con la importancia de Internet. Si es imprescindible en nuestras vidas, qué mejor manera de derrotar al enemigo que cortar esa fuente de provisión de una necesidad. Si es necesaria, también es botín de guerra. Además, de inutilizar la capacidad de respuesta del enemigo. O, incluso, volverla en su contra. El Estado ha estado siempre muy vinculado a la guerra. A la defensa. A la seguridad. Si la guerra es virtual, en tanto que campo de batalla, con sus ejercicios, igualmente, virtuales, pero con consecuencias muy pero que muy reales, ¿qué efectos ha de tener o esta teniendo sobre la configuración del poder y del Estado? Una guerra virtual, un ejército virtual, ¿un Estado virtual? Si. Ya hay un Estado virtual. E, incluso, un poder virtual. Un nuevo Estado y un nuevo poder. Con efectos y consecuencias en el mundo no sólo virtual sino muy real. Extraordinariamente real. Y correlativamente a dicho Estado y poder, unas libertades también virtuales. Porque hay, también, una ciudadanía virtual.
El mundo virtual convive con el mundo real. Qué eufemismo. Llamamos real al que cada vez es menos real y virtual al que cada vez más, por contra, es más real. Conviven dos mundos, dos realidades, con pasarelas entre ellas. O, mejor, conviven al unísono. Mi mundo virtual, cada vez más importante, no puede ser o estar ajeno al mi mundo no virtual. Son, los dos, mundos reales. Muy reales. ¿Cuál es la diferencia? Se desdibuja. ¿Quién es el yo, el del mundo físico o el del on-line? Las mismas fronteras de lo real se han desdibujado. Como varias realidades, varios "yo". Y también el poder, el Estado, y la libertad. ¿Puedo ser libre en el mundo físico cuando no lo soy en el mundo de Internet? Es el debate que se anuncia en el momento presente. En el fondo, es el debate sobre la configuración del nuevo Estado, poder, y ciudadanía.
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